Ir al contenido principal

El abismo de acabar una carrera o estar haciéndolo



¡Buenos días a todos! Hoy traigo mi primer post para el blog, y digo primero porque lo de ayer fue simplemente la introducción y la bienvenida.

Como el título indica, hoy hago referencia a ese abismo que se siente cuando se está acabando la carrera universitaria o ya se ha acabado. Sé que no soy la única que ahora se encuentra en ese pequeño standby en su vida, y lo creáis o no, yo lo estoy viviendo de manera muy bipolar. Empecemos por el principio.



Te has pasado cuatro años (si todo ha salido bien, claro) estudiando como un cosaco,  implicando tiempo y dinero, mucho dinero, (dependiendo de tu carrera elegida y dependiendo también de si has sido becado) y que sí, que la vida universitaria y en general la de estudiante, es la mejor, eso está claro, Pero entonces, te ves en la situación en que está todo finiquitado, y es hora de echarse al mundo laboral.

Pueden darse diferentes situaciones: una de ellas es que lo que has estudiado a día de hoy no sea accesible, por no tener salidas o porque sea muy complicado de conseguir un puesto así, por poca demanda o porque simplemente las cosas van mal y lo único que se te ocurra es que acabes buscando un trabajo de cualquier otra cosa con tal de sacarte un dinero y de hacer algo con tu vida; la otra situación es aquella en la que prefieres seguir aumentando tus conocimientos y experiencia en lo que te has titulado y seas capaz de tener el suficiente coraje de aguantar jornadas completas por una miseria de sueldo realizando prácticas, donde en muy pocas ocasiones no serás la ultima mierda, y donde sabes muy bien que, de no ser porque alguien muera o haya una alineación de planetas a la vez que llueva Nutella, no te contratarán; por otro lado también puede que llegue a un punto todo en que decidas marcharte de tu país para probar suerte en otro, y al menos, aprender un idioma más o reforzarlo y vivir esa experiencia, o realizar un máster donde antes tendrás que vender un riñón o similares para poder pagarlo o tener la suerte de que por la pública te concedan beca, que es muy buena opción esta última.

Todo lo dicho anteriormente, por supuesto que es generalizado. 

El mundo laboral está ahí acechando y hay que tener la suficiente paciencia como para poder sobrellevar lo que pueda venir respecto a él. Yo aún no he llegado a este punto, porque como dije anteriormente, el abismo también existe cuando estás acabando la carrera. 

Y aquí hablo personalmente de mi situación, y ¿por qué no admitirlo?, de mis cagadas también, porque hace ya un año hice el penúltimo examen de mi carrera que me llevó a tener el 85% de la titulación. Solamente me quedaban por realizar las prácticas externas, un examen por libre y el Trabajo Final de Grado.

Y aquí la menda, se metió a una academia para aprobar ese examen por libre durante dos meses, para al final, ni presentarse porque empezó las prácticas. Y después de estar 6 horas de pie limpiando, poniendo lavaplatos, cogiendo peso y atendiendo una barra diariamente, pues lo último que apetece es ponerse a estudiar, sinceramente. Lo único que me apetecía era tumbarme a ver series el resto del día. 

Tengo que destacar que además, esa academia ni siquiera me reforzó, ya que solamente dábamos gramática y nada prácticamente relacionado con el examen al que tengo aún que presentarme por libre. Pero el kit de la cuestión principal es que, llevo desde septiembre donde sólo voy a la academia (a otra, obviamente) estudio para ese examen haciendo un test tras otro todas las semanas y hago el Trabajo Final de Grado. Y es una situación muy extraña, porque te pasas la vida hasta arriba, haciendo mil cosas a la vez, y de repente tienes este respiro. Dices "voy a buscar al menos un trabajo a media jornada para compaginar todo, o los findes" y abres Infojobs o Job Today y en las ofertas de ese estilo en las que te inscribes te descartan y donde vas a hacer entrevistas a la desesperada son de trabajos que sabes perfectamente que no vas a aceptar porque son de jornadas completas o te exigen un vehículo propio, pero oye, que ir a las entrevistas siempre está bien para coger práctica.

El caso es que me sorprendo de cómo puedo ir tan sumamente a paso de tortuga con un examen y un Trabajo Final de Grado (que al menos está al 95% ya) cuando he sido capaz de llevar al día tantas asignaturas toda la vida, aunque el Trabajo Final de Grado, también tiene tela entre que lo haces, lo envías, te corrigen, te lo mandan, lo rectificas, añades, vuelves a mandarlo... y eso si tienes la suerte de tener un profesor decente que al menos se moleste en contestarte y ayudarte rápido y no de dos en dos meses.
Sea como sea, lo que está claro es que cuanto menos haces, menos ganas y más lento irás y viceversa. 

Así que aquí me encuentro, otro día más con esta sensación de "no hago nada, pero tengo aún mucho que hacer" y aunque sé que este mes, si todo sale bien, ya es el último, no voy a negar tampoco que hay días que me enorgullezco de poder vivir esta situación en la que estás acabando, estás en standby, pero vas a tu bola y te pones tus propios horarios y además has podido priorizar ante otras cosas que habiendo estado como hace años no hubieras podido hacer. 

Y en definitiva, recalcar que, después de este abismo, viene el otro, a no ser que tengamos suerte y las cosas salgan bien, pero yo soy de las que prefiere siempre no hacerse ilusiones y sobre todo, que lo que tenga que llegar, ya llegará. Ahora no me preocupa, quizá el mes que viene o en marzo ya si eso me veréis por aquí contando mi situación y quejándome, pero por ahora Relax, ¡take it easy!



Comentarios

Entradas populares de este blog

La verdad sobre mí #depressionhasnoface

En julio de este 2017 Chester Bennington, vocalista de Linkin Park se suicidó a causa de un trastorno mental o enfermedad (a día de hoy no sé qué denominación tiene) como es la depresión . Después de este suceso, su mujer contó al mundo que antes de haberlo hecho, él parecía feliz, estar bien, etc., por lo que aseguró algo que es completamente cierto y es que la depresión no tiene cara ni forma. Entonces el hastag #depressionhasnoface empezó a hacerse viral por las redes, y hoy, después de darle muchas vueltas, he decidido poner mi granito de arena respecto a esto y a este tema. La chica que veis en la foto soy yo (los que me conocéis ya os habréis dado cuenta), pues bien, esa foto está tomada en agosto de 2014, cuando yo tenía 21 años, cuando llevaba unos tres meses sumida en una gran depresión que me vino sin ton ni son. Fui criticada, fui no creída por varias personas, era difícil entender que yo ahí estaba con un trastorno mental porque, oh! estaba sonriendo, cada día de mi

Querido Abuelo♥

        ¿Sabes Abuelo? ayer fue tu misa, porque hace dos semanas casi que te fuiste de este mundo y Rosalía me dijo que por qué no salía a decirte unas palabras. Seré sincera. Lo pensé, pensé en escribir algo sobre ti, pero hubos dos razones que me llevaron a no hacerlo, la primera es que escribir sobre ti supone recordarte, y recordarte supone un dolor demasiado grande que intentaba evitar...; la segunda razón fue porque sabía de sobra que no iba a ser capaz de leer en alto algo tan puro, sincero e íntimo sin echarme a llorar. Perdóname, aunque sé que no te sientes mal por no haberlo hecho, porque sé de sobra que sabes que cada cosa tiene su momento. Pero aquí estoy, un día después y dos semanas después de tu partida. Y aquí van esas palabras que no me atreví ayer a pronunciar. Tu pérdida ha dejado un vacío inmenso, escuece y estamos perdidos sin tí, eso es una realidad, es imposible pasear por las calles de Alcorcón y pensar que no estarás nunca más dando un paseo por allí,

E V O L U C I O N

Hoy he sopesado la idea de abrirme en canal aunque eso suponga romperme un poquito más. Hoy he decidido que mis días a partir de ahora van a ser echarte de menos y llenar ese rincón de mi propia piel, que tanta falta me hace, esa piel que hoy me miro y que ya no es la misma antes de que estuvieras ahí... ni mi alma tampoco. Hoy creo que mi vida puede ser algo más que un bar con olor a whisky aunque me ahogue aquel recuerdo, de verte allí, encendiendo un cigarrillo y aspirando hasta el final... Hoy se ha acabado el contar tus pecas antes de mirarte a los ojos, la sonrisa metálica desapareció de golpe y desperté de esas calles, de esa vida que hice tan mía pero que solo era tuya y de la que me quise apoderar. Hoy no puedo escuchar esas canciones que solíamos cantar, como cuando te confesé que el sonido acompasado con esas cuerdas eran la mezcla perfecta y de lo que más me enamoré cuando te vi llegar. Hoy no hay letras bonitas, solo un triste final aunque me dejases con buen sabor de boc