Lo recuerdo como si estuviera ocurriendo ahora mismo mientras pasea por mi retina, es como si estuviera ahí mismo, porque realmente me encuentro en ese mismo lugar, pero hablo del tiempo atrás, claro. Y me veo tranquila, tumbada boca arriba mientras los primeros rayos de sol asomaban y entraban en lo que hoy día puedo llamar hogar, Nuestro hogar. Porque un hogar lo haces tuyo y él te acaba haciendo suyo a ti también, porque ese cuadro de la mini entrada de un cactus en el que se puede leer "kiss me" aunque al principio lo eligiéramos por mera atracción decorativa, en realidad es un mensaje nada encriptado de lo que quise que hubiera en cantidades industriales resonando por estas paredes blancas. Besos de todo tipo, de "buenos días", "buenas noches", besos de "te amo", de "lo siento", de "te he echado de menos", de "no me sueltes" y a día de hoy sigue siendo para mí una norma básica importante en algo que hicimos tan Nuestro, por fin.
Y como dije antes, ahí me encontraba, en un estado de duermevela y entonces abrí los ojos y desperté del todo. Aún desconocía ese techo, esas sábanas nuevas y limpias y sobre todo esa sensación de "nueva vida" y de incertidumbre sana que en aquel momento eran ya tan protagonistas. Y recuerdo mirar a mi lado y ahí estabas, como yo hacía unos segundos, con los ojos cerrados y con cara de estar soñando algo bonito, y pensé para mis adentros que para mí lo más bonito de este mundo solo podría ser aquel ahora y ese preciso instante, ese primer despertar que a día de hoy siento ya tan lejano.
Y me incorporé y pisé ese suelo, con pies descalzos, había espacio de sobra por todas partes que poco a poco iríamos llenando de muebles, de amor, de sonrisas, de guerras alguna que otra vez pero no sin acabarlas con un último asalto de achuchones y caricias. Lo iríamos llenando de pelos de gato pero aún no lo sabíamos en aquel momento. También de más mensajes y ornamentaria decorativa en detalles color rosa y entonces me fui enamorando más de ti cuando creía que ya era imposible y que no daba para más, pero así fue y ha seguido siendo. Seguimos creciendo, aprendiendo, compartiéndolo todo, dando más sentido a nuestra historia y entender de qué iba eso de la independencia.
Al principio sentí vértigo, pero un vértigo lleno de adrenalina, y como catalogo yo, un vértigo positivo, un sentimiento interior de "estás haciendo lo que quieres y lo que sabes que te hará más feliz, lánzate" y entonces no importó nada más. Me enganché al poco tiempo a que fueras lo último que viera antes de dormir y lo primero al despertarme, y me volví aún más adicta a observarte preparando nuestros desayunos basados en pan, huevos revueltos y aguacate y al olor de tu café y dabas una calma a mi día a día que jamás tuve antes, porque cada noche, después de un largo día de trabajo, empezamos a compartir ese vicio de pegarnos a un atracón de series interesantes mientras nos fundíamos con el sofá hasta quedarnos casi dormidos y que sigue estando presente.
Al final el concepto de pareja sí cobraba el total significado desde esa fecha en la que iniciamos el camino juntos de verdad, ese dieciocho de abril de dos mil dieciocho, ese primer día y como todo, las primeras veces siempre son para mí recordadas y especiales y he entendido que aunque exista el sacrificio, todo compensa si es contigo, a tu lado y con mis ganas de conservarte. Gracias por este maravilloso año lleno de ti, de convertirme en degustadora de las maravillas que cocinas, de tu iniciativa por mantener el orden porque sabes que eso a mí no se me da bien, gracias por dormirte agarrado de mi mano y no separarte en cuanto me quedo dormida, gracias por despertarme siempre con la palabra "amor" entre los labios, gracias por abrazarte, irme y pedirme que no lo haga, gracias hasta por tus reprimendas y frases célebres como la que acabas de soltarme, porque estoy en el sofá, escribiendo esto y me miras porque quieres cotillear qué escribo y no te dejo y sueltas un "¿qué? ¿no puedo mirarte y sonreír? la dictadura vaginal es esto". Y entonces yo, por dentro, vuelvo a morir de la risa una vez más y las que sé que me quedan aún, porque así eres tú, mi Amor, y tan feliz me haces...
Comentarios
Publicar un comentario