Tenías 18 años cuando te diagnosticaron leucemia "gracias" a una lesión en la rodilla... 18 años... cuando yo tenía esa edad mis días se basaban en estudiar, en estar con mis amigos, mi novio, salir de fiesta y disfrutar de la vida. Mis mayores dramas eran que no me dejasen salir hasta muy tarde, discutir con mi novio o suspender un examen... no me puedo creer que la vida haga pasar por estas cosas a personas tan jóvenes, pero ya sabemos que esta enfermedad no tiene límites, ni con mayores, ni con niños ni con nadie...
Te empecé a seguir hace algo más de un año, porque tu lucha para conseguir que se donara médula estaba creciendo muchísimo, de hecho hiciste que en tan solo un mes se disparase el número de donantes de médula en Málaga y en general en España. Todos hemos sido testigos de tu gran batalla, porque aunque esto haya salido de esta manera, siempre decías que no le temías a la muerte. ¿Cómo temerla? si eras tan grande y fuerte, que aunque te haya llevado con ella has enseñado tanto que el objetivo de concienciar lo lograste.
Me es imposible estar escribiendo esto sin sentir un nudo en la garganta. Anoche cuando me enteré de que te habías ido me quedé literalmente en shock, porque hace unos días vi que tu novia, Andrea, decía que estabas bien, que solo necesitabas intimidad (lógico) y descanso. Creía que todo iba bien y no me esperaba para nada esto. A pesar de todo, intenté recordar tu filosofía de vida, que es además, disfrutar cada día como el último y muy a mi pesar me lo tragué y seguí disfrutando de mi sábado de carnavales, pero inevitable no pensar que mientras yo estaba viviendo una fiesta así, con mis amigas, había otras personas que no tenían esa suerte... como tú.
Así que llegados a este punto, te encuentras en una situación de contradicción, porque quieres aprovechar que ahora estás sano, vivo y eso es lo más importante, pero por otro lado estas cosas te hacen darte cuenta de que la vida es tan sencilla como pasar de estar vivo a no estarlo, por cualquier cosa. No nos damos cuenta muchas veces ni de lo frágiles que somos ni de la suerte que tenemos de estar bien.
Mi abuelo me decía muchas veces "estás muerta en vida" solo porque me veía menos animada que él, teniendo yo 21 años y él casi 80, solo porque él con esa edad disfrutaba de la vida casi más que yo, y ese es el problema, muchas veces no valoramos nada y nos ahogamos en nuestros problemas aún a sabiendas de que tienen solución y que no nos va la vida en ello... supongo que a veces necesitamos un algo que nos haga despertar y sobre todo necesitamos conocer ejemplos de superación como el que tú has llevado a cabo para reaccionar y decir "oye aprovecha la vida! y no te amargues tanto por el trabajo, la rutina, el dinero, el físico... estás aquí y es lo que importa, sé feliz"
Lamento muchísimo que tu lucha acabara ayer y me parece muy injusto... apenas tengo palabras y se me va a hacer extraño saber que ya nunca subirás nada a ninguna red social para ver cómo te encuentras y qué reflexión nueva has podido sacar sobre la enfermedad. Pero de una cosa sí que estoy segura, y es de que siempre siempre serás recordado, y de que con 21 años has hecho más que muchas otras personas con más edad que tú.
A lo largo de nuestras vidas seguro que no me equivoco si afirmo que la mayoría hemos vivido de cerca casos de esta cruel enfermedad, de que hemos visto a personas irse por su culpa y otras que afortunadamente han salido de ello, y nos hemos sentido también testigos de esa batalla, de ser un apoyo más y de tener una preocupación por dentro ahí inmóvil que nos ha hecho venirnos abajo más a menudo pero siempre cada vez que nos levantábamos lo hacíamos con más fuerza. O tal vez alguien que me esté leyendo esté pasando por ello en sus propias carnes, pero lo que sí tengo claro es que se debe luchar contra ella con todas las fuerzas de este mundo y con toda la ayuda posible.
A partir de ahora me intentaré aplicar más el "Siempre fuerte. Siempre" que llevabas cada día grabado a fuego porque sinceramente has sido como una persona más de mi alrededor casi que ha pasado por esto y yo he estado viendo el proceso (de forma externa), yo y muchas miles de personas más. Gracias una vez más por habernos hecho testigos de tu lucha, por haber visto como hace tan solo justo un año estabas prácticamente curado y te veíamos tan feliz disfrutando tantísimo y por tener siempre ese lema de no tener nunca miedo a morir. Siempre te recordaremos guerrero, descansa en paz.
brazo y puño arriba y el cielo para ti, Pablo Ráez
Comentarios
Publicar un comentario