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A mis 24 años de edad son ya casi incontables las veces en las que alguna persona de mi entorno y de fuera de él me ha señalado la grandísima suerte que tengo de ser joven y de que las cosas vayan ahora tan bien (la vida) que cuando esas personas tenían mi edad, que si antes apenas había dinero, que si se trabajaba desde los doce años, que costaba muchísimo salir adelante, que había que ponerse las pilas desde muy temprano. Y yo digo claramente que NO. Las cosas ahora no son más fáciles, simplemente son situaciones que no se pueden comparar.
No, yo no viví una guerra como vivieron mis abuelos y los tuyos, ni una posguerra, ni tampoco dificultades económicas graves, ni tuve que ponerme a trabajar pronto, pero eso no justifica ni excusa que ahora las cosas sean mejores. Si echamos una vista a esa misma generación de nuestros abuelos, nos daremos cuenta de que ellos con 20 años o antes ya se casaban, con mi edad se era totalmente independiente en cuanto a tener un trabajo, un sueldo, una familia, un coche, una casa, etc. En la generación de nuestros padres pocos eran los que se planteaban tener estudios superiores y tanto si lo hacían como si no, acababan consiguiendo algo, un mínimo y podían evolucionar en ello.
Nos llaman generación acomodada a los millenials, porque se supone que no pasamos por ninguna dificultad y porque mamá y papá pueden sustentarnos aún llegando casi a la treintena. Se nos desvalora, se nos dice que somos débiles, que ni de coña aguantaríamos ningún tiempo pasado y que estamos muy mimados, que no sabemos la suerte que tenemos con "todo lo que hay ahora" y nadie se da cuenta de que sí, que todo lo que hay ahora no es más que competencia y competencia y que eso conlleva a una presión mental muy díficil de sobrellevar cada día. Antes había menos cualificación, con lo cual podías acceder a un puesto de trabajo con más probabilidad que ahora y no sólo eso, sino que sin estudios podías aprender un oficio e ir evolucionando dentro de él.
Ahora las cosas se basan en una titulitis insana, en ser un número más para cualquier empresa y en que poco más y te hacen abrir la cámara de los secretos y tener las siete bolas de dragón en cada entrevista de trabajo. Si tienes un FPII te falta tener también una carrera, si tienes una carrera, necesitas un título certificado C1 de inglés, y si eso también lo tienes, necesitas un máster de domador de elefantes. Todo esto por no hablar de la maravillosa parte de la experiencia laboral. Ofertas de trabajo con palabras textuales "buscamos a recién licenciado en equis, con cinco años de experiencia" y así.
Si tenerlo más fácil ahora que antes es poder permitirme a mi edad seguir viviendo en el nido familiar y que "me lo den todo hecho" yo no quiero esa facilidad, porque eso no lo es todo y al contrario, frustra muchísimo. Frustra pasar años estudiando por "garantizarse" un futuro incierto, que esa preparación sea tan larga, lenta y CARA, que quieras evolucionar en tu vida y no te de para ello y que si esto no fuera cierto, ¿cómo se explica que ahora la mayoría de personas vuelen con treinta años o más? que sí, que habrá NINIS, que habrá excepciones, pero no se nos puede meter a todos en el mismo saco. Así que desde aquí hago una reivindicación para todos aquellos de generaciones mayores, que dejéis de repetirnos la suerte que tenemos, que seais un poco empáticos, que las cirncunstacias de antes y de ahora no son para nada comparables y que os paréis a imaginaros por un momento a vosotros, con casi treinta años, teniendo que empezar a construir vuestras vidas y no con esa estabilidad (dura, por supuesto) que teníais con nuestras edades. Que claro que trabajar es duro, sobre todo en algo que no te guste y más si además te pagan una miseria, pero eso no quita que pasarse 22 años de vida estudiando haya sido plato de buen gusto sabiendo que quizá ni te vaya a servir para nada. Basta ya de pensar que trabajar es lo más duro y por ello desvalorar a quien estudia y muchas veces lo hace por presión y por competencia.
Claro que somos privilegiados ahora por muchísimas cosas, pero se os olvida algo muy importante, la independencia y libertad que ahora son tan díficiles de conseguir sin dinero, porque un trabajo no llega si no tienes equis requisitos en tu CV. No somos acomodados, se nos obliga a serlo por fueza mayor y no somos unos ignorantes que no saben valorar nada, si no valorásemos, no estaría al menos yo escribiendo esto. Solo me queda decir que si has llegado hasta aquí y te encuentras en mi situación, no nos queda otra que seguir siendo pacientes, que las cosas llegarán algún día, porque la esperanza es lo último que se pierde y porque también espero que las cosas cambien. La Generación acomodada, más bien la más preparada.
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