Cuando vivimos en un mundo donde las tecnologías nos han conectado de modo masivo, nos creemos sabedores de toda la vida de los demás. Ahora y desde hace un par de años o más cuando te cruzas con alguien por la calle, problablemente preguntar cómo está esa persona es una tarea absurda, ya que todo queda colgado en su página de Facebook o su Instagram o demás RRSS. Pero no nos equivoquemos amigos, todo eso que vemos a través de la pantalla no es la vida de esa persona, ni la mía, es lo que queremos mostrar al mundo, porque tenemos familia lejos, porque nos apetece tener un recuerdo junto a otra persona en un momento concreto, por mero postureo, porque estamos tan sumamente integrados en este sistema que ya es algo esencial o porque simplemente hay cualquier motivo que nos lleva a hacerlo. Pero, ¿qué ocurre cuando esas prácticas empiezan a mellar en la gente y a cambiar las conductas de forma negativa?
Hablo de la frustración, porque estás desayunando y ves en Instagram que otro ha desayunado en un bar algo apetecible y piensas lo desgraciado que eres porque no tienes dinero, por ejemplo, para hacer lo mismo (aunque sea un gasto mínimo), o porque ves que otro se ha hecho un desayuno hiper mega fit y tú estás con un colacao en mano y tostadas de mermelada y es inevitable pensar que estás hecho un fanegón. Sobre el primer caso, no sabemos si esa persona ayer estaba como nosotros y sobre el segundo, tampoco tenemos la certeza de si al final se comerá eso o simplemente quería posturear.
A media mañana los post se repiten, gente en el gimnasio, trabajando o estudiando o haciendo nada pero con una filosofía Wonderful de fondo (y ojo que a mí Mr Wonderful me gusta en su medida justa, claro) y todo es positivo, todo es guay, todo es, parece, como cada uno quiere que sea y nos frustramos por no tomarlo nosotros del mismo modo. Ese que trabaja madrugó demasiado, ese que estudia está aburrido, ese que no hace nada se pasa a diario buscando y echando CVs, tantos que hasta acaba con dolor de cabeza, o no. No lo sabemos y no lo haremos.
En la comida y el resto del día las pautas son las mismas, al fin y al cabo se muestra lo que se quiere y no por eso nadie sabe tu vida ni lo que haces. Una foto o dos o tres no definen nada, ni tu estado de ánimo, ni lo que has hecho en todo el día, ni como eres, ni absolutamente nada. Fotos de una pareja cada dos por tres besándose y dedicándose amor por internet no define que no haya cuernos, que todo vaya bien o que se quieran tanto como pretenden hacer creer al resto del mundo, o ¿cuántas veces habéis visto vuestras redes sociales petadas de la típica parejita que se ama con locura y que luego duran un suspiro?, además te enteras de que no están porque PAM, desaparecen todas las publicaciones de golpe, y no hace falta que te lo diga nadie. Ahora te enteras de todo pero en realidad no sabes nada. Eso es lo que gusta hacernos creer.
Una publicación en Instagram sobre el mundo fit, por eiemplo, no define que esa persona sea fit, lo mismo detrás hay muchas trampas, y aquí quiero recalcar. Hace casi un mes yo misma subí una foto mía de mi cuerpo tal y como es, sin luces a mi favor ni escondiendo nada. Escribí sobre la mujer, sobre la perfección que se nos echa encima, sobre que tenemos que ser "bellas", que eso es una lucha que lleva desde tiempos ascentrales (y lo pongo entre comillas porque al fin y al cabo la belleza son modas que cambian y siempre tenemos que estar a disposición); de que parece que (no lo parece: es así) la celulitis, las estrías, el vello, los granitos, etc. tienen que taparse. Esta sociedad nos obliga a esconder esas partes de nuestros cuerpos cuando el propio cuerpo ya solo por ser cuerpo ya es sagrado. Pero no acaba ahí. Se promulga la vida sana, el matarse en el gimnasio y sino lo haces, parece que estás excluído del mundo. Se promulga el comer cantidades mínimas que te hacen pensar de nuevo que eres un gordo, y se promulga tener mínimo, unos músculos marcados. El problema viene cuando luego esas personas que vemos a través de la pantalla lo hacen aprovechando el boom fit que se retroalimenta así aún más y otros empiezan a imitar las conductas. No se tiene en cuenta que cada cuerpo es un mundo, aunque esas personas justitifican sus rutinas y sus cambios excelentes con que si a ti no te sale, es por la frase anterior.
Casi nadie se para a pensar que quizá esos "hábitos" están influyendo en que otros caigan en enfermedades relacionadas con la alimentación. De hecho algunos han tenido trastornos o los tienen y les da absolutamente igual promulgar el pasarse cinco días de la semana comiendo apenas nada y matándose en el gimnasio y el sábado tener una ingesta de 10 000 calorías. Es triste que los "influencers" o personas que son conocidas por el mundo de las RRSS no sepa ver que tienen influencia en sus seguidores y que pueden causar problemas gordos. También hace un mes o más una youtuber muy conocida se atrevía a poner a pucheros y a decir que estaba triste porque, a ver si lo adivinábamos, no se había echado rímel en los puñeteros ojos, y luego aún me escandalizo cuando la Cosmopolitan abre titulares tales como "Algunas famosas ya se han atrevido a subir fotos de ellas recién levantadas y sin maquillaje, ¿te atreverías a hacerlo tú?" oh sí, es un sacrificio enorme, me dan ganas de coger a quien lo ha escrito y decirle que pase unas horitas en Siria, a ver si se le pasa la suma gilipollez que tiene encima. De verdad que apenas existe la consciencia de lo que para el primer mundo es un problema y lo que es para el tercer mundo. Hay tanto dolor, tantas guerras, tantas muertes, tantos trastornos alimenticios, tanta depresión, tanto abandono, tanto fracaso escolar y hay personas que pierden tiempo en dar importancia a cosas tan insignificantes como un puñetero pote en la cara, o no comer apenas y de repente un día abusar, cuando hay personas muriendo de hambre a unos kms de aquí y se creen con el derecho de jugar así con la comida y con los demás al inculcarles esas formas de actuar.
En este texto obviamente no incluyo a nadie que quiera estar sano, que haya querido cambiar por sí mismo y que esté teniendo la fuerza de hacerlo, incluyo a personas que no tienen corazón ni respeto y que sí, meramente posturean e inculcan problemas en los demás por ganar followers y likes. Yo desde hace ya unas semanas lo tengo claro. Mi cuerpo es como es, voy al gimnasio por salud y ahí cambia porque le doy caña, estoy bien alimentada, tengo control sobre mí misma y si pierdo peso o no es algo que ya me da exactamente igual, si pierdo algo de barriga perfecto, sino, también. Se acabaron los lamentos. Si hoy es martes y me apetece comerme dos onzas de chocolate, lo hago, no espero al finde, porque al fin y al cabo la ansiedad se acumula y si eres una persona que ha seguido influencias de equis personajes, llegará el finde y te darás un atracón y el resto de semana lo habrás tirado a la basura y a tu estómago lo harás polvo. Pero la clave de todo es: si a mí con 24 años me han sido capaces de integrar en alguna ocasión en un bucle haciéndome creer por momentos que un cuerpo fit, delgado y marcado es lo más precioso de este mundo, ¿qué es de las niñas de 15,16,17,18,etc...? Pero no, amigos, he decidido y estoy aprendiendo a quererme tal y como soy, porque si estoy sana mentalmente y eso se transfiere a mis hábitos y a mi cuerpo (‘Mens sana in corpore sano') eso es lo que realmente suma aquí. De nada sirve absolutamente nada más.
Así que tú que me estás leyendo, haz todo por ti y solo por ti, no te creas nada de lo que veas en las redes, porque no sabes si es cierto o no, no te lamentes si ves que todos suben fotos en mil sitios y tú estás en casa, despeinado, haciendo nada y aburrido como una ostra, porque ahora se lleva el positivismo, el querer demostrar que se es feliz ante todo... y aquí puedo abrir otro debate, como que hay muchas personas que transmiten eso con la excusa de que bastante mal hay en el mundo como para subir un texto donde te apetece dar una visión sobre ti y lo que te ocurre o donde mostrar que eres HUMANO y que no todo es color de rosa, entonces lo fácil es volver al ejemplo anterior y preocuparte por cosas sin importancia como por ejemplo, el último modelo de zapatos que ha sacado Adidas. Todo al final es una cadena donde el dinero, el postureo, el aparentar y Wonderful hacen un combinado que al final, ha hecho mucho daño, porque realmente me cuestiono si somos personas o máquinas. Porque parece que estar triste o llorar sea algo raro, porque se tapa y se esconde, se censura y nos influyen a pasar los días sumidos en una pompa de alegría que NO EXISTE. Porque estar triste o enfadado o cualquier emoción es válida y hay que vivirla y exprimirla para que no pase factura.
Yo además soy muy fanática de hablar en mis post sobre la felicidad, pero si ahora sé lo que estar feliz es porque en su día caí en un pozo negro y ahora lo veo todo de otro modo. Yo jamás diré que hay que ser feliz, yo te diré que la felicidad es un estado de ánimo momentáneo y que hay que intentar buscarlo porque, es bueno, pero no te diré que si tienes un mal día "tí@ no te rayes y no llores" NO, porque aquí estoy yo para animarte a que lo hagas y eches hacia fuera lo que te hace daño y no permitiré que dejes nada de eso dentro, te animaré a expresarlo. No hay nada tan maravilloso como llorar con ganas, eso sí, la quedada que se ha hecho en Madrid para llorar me parece absurda, no voy a negarlo, pero eso es otro tema.
¿Conclusiones? que no te de vergüenza desnudarte el alma y admitir que estás triste si así lo sientes y necesitas compartirlo por algún motivo, que dejes de tapar tus "defectos" ante una cámara o los demás porque no esté socialmente aceptado, que si quieres cambiar tu físico lo hagas de forma sana y sin creerte los hábitos de los demás (un profesional te ayudará) y que dejes de creer que todo lo que ves a través de una pantalla es real. Y sí, esto lo promulgo al mil por mil, porque al final nos están haciendo esclavos de modos de vida que son tóxicos y que fomentan mucha superficialidad. Ojalá algún día cambie todo esto, aunque sé por suerte que no soy la única en aportar mi granito de arena y dar una opinión que ayuda.
Gracias por leerme!
Comentarios
Publicar un comentario